¿Va a hacer o Va a ser?【RESPUESTA FÁCIL】+ EJEMPLOS
Muchas veces tendemos a confundirnos sobre el correcto uso de verbos, lo cual a su vez puede llevarnos a escribir incorrectamente algunas expresiones o locuciones en español. En este artículo veremos un ejemplo de una duda que ha asaltado a más de alguno, mostrándote la diferencia entre va a ser y va a hacer.
Algunos ejemplos de dudas de escritura en relación a conjugaciones verbales, que conviene que repases, son satisfació o satisfizo, pasié o paseé, pelié o peleé y neva o nieva, entre otros. Pon atención entonces a cómo se escribe: va a hacer o va a ser.
Debemos usar ‘va a ser‘ cuando queremos referirnos a un evento que podrá suceder en el futuro, no importando exactamente cuándo. Podría ser mañana o podría ser en varios años más. Algunos ejemplos con el uso de ‘va a ser’:
- Cuando grande este niño va a ser un gran doctor.
- Va a ser difícil que alguien consiga superar mi record.
- Para tener éxito va a ser necesario que te esfuerces mucho.
Ahora bien, la construcción ‘va a hacer‘ hace referencia a la acción de construir, crear, fabricar o producir un efecto o consecuencia. Ejemplos del uso con ‘va a hacer’:
- El arquitecto va a hacer el diseño de esta casa en estilo clásico.
- Juan va a hacer un junta con sus amigos en la casa.
- ¿Qué vas a hacer con este problema?
Si queremos referirnos al clima, la conjunción o secuencia que deberemos utilizar es ‘va a hacer’, siempre y cuando la oración sea impersonal (que no tenga sujeto). Por ejemplo: Va a hacer frío hoy, pero no creo que llueva.
Ahora bien, si la oración tiene sujeto, deberíamos usar la expresión ‘va a ser’. Por ejemplo: El tiempo hoy va a ser caliente. Aquí, el sujeto es «el tiempo».

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
Deja una respuesta