Cómo se escribe ¿Vamos o Bamos?
Las letras ‘b’ y ‘v’ son primo-hermanas pues tienen una pronunciación muy parecida, especialmente si el locutor habla rápido, y es por esta razón que muchos se confunden al intentar escribir algunas palabras que contengan a una de estas letras. Es el caso que analizaremos hoy, de si escribir vamos o bamos, que genera dudas en más de alguno.
Algunos ejemplos de dudas que aparecen en relación al uso de las letras ‘b’ y ‘v’ son vaso o baso, daba o dava, detubo o detuvo y sabia o savia. En este artículo te mostramos entonces en detalle cómo se escribe vamos o bamos.
La palabra ‘bamos’ no existe en el español al no ser reconocida por el Diccionario de la Real Academia Espñaola (RAE), por lo que no debes escribirla con b, aun cuando la veas escrita por allí a menudo.
La forma correcta de escritura es ‘vamos‘ con v. Esta palabra corresponde a la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo ir. Ejemplos:
- Nosotros vamos a salir con los niños hoy.
- Si ellos van a la pizzería, también vamos nosotros.
- Vamos a comer a un restaurante mañana.
La palabra ‘vamos‘ también puede usarse como una expresión para infundir aliento a alguien en una tarea. Ejemplo:
- Vamos, puedes aprobar el ramo mañana, sólo ten fe.
Así también, ‘vamos‘ se usa como una interjección con el objeto de animar fuertemente a alguien o a un grupo, especialmente en un juego o esfuerzo físico, pasando la oración a ser una oración exclamativa. Ejemplo:
- ¡Vamos, sólo te quedan 3 repeticiones para terminar el ejercicio!
Cómo se econjuga el verbo ir en presente
Sabemos que ‘vamos‘ deriva del presente de indicativo del verbo ir, por lo que te será útil saber cómo conjugar esta forma verbal para tener más claro cómo funciona este verbo:
- Yo voy
- Tú vas
- Él va
- Nosotros vamos
- Vosotros váis
- Ellos van
Te mostramos los sinónimos de ir, en la misma conjugación que ‘vamos’, esto es, en la primera persona del plural del presente de indicativo:
- Nos encaminamos
- Nos dirigimos
- Nos trasladamos
- Partimos
- Acudimos
- Nos marchamos

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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