Cómo se escribe ¿Tráiler o Trailer?
Hoy analizaremos 2 palabras homófonas, esto es, que suenan igual pero se escriben diferente. Es el caso de tráiler y trailer, donde sólo una tilde hace la diferencia. Te mostramos entonces cómo escribir correctamente entre tráiler y trailer.
La palabra “trailer”, sin tilde, se encuentra escrita de forma incorrecta, al no existir en el idioma español.
La forma correcta de escritura es “tráiler”, con tilde, ya que existe en la RAE y en los diccionarios de la lengua española. Te mostramos su significado:
- Remolque que se agarra en su parte delantera a un vehículo tractor.
Ejemplo: Nos fuimos en el tráiler a viajar por las montañas. - Nombre dado al avance de una película con fines publicitarios.
Ejemplo: Vimos el tráiler de la nueva película y no nos pareció muy interesante.
Te mostramos los principales sinónimos de la palabra tráiler, cuando expresa el corto de una película, para que amplies tu vocabulario:
- Avance
- Primicia
- Anticipo
- Resumen
- Adelanto
¿Cómo se dice tráiler en otros idiomas?
Te mostramos cómo se dice tráiler en otras lenguas europeas, cuando se refiere al vehículo:
- Catalán: tràiler
- Francés: remorque
- Inglés: trailer
- Portugués: trailer
- Italiano: trailer
- Alemán: anhänger

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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