En este caso, ambas palabras están escritas correctamente, siendo «rollo» la más utilizada, definiendo a un objeto cilíndrico compuesto por un tubo y un material cualquiera.
En internet frecuentemente se pueden apreciar textos escritos con la palabra royo, pero surge la duda acerca de su correcta escritura… ¿es rollo o royo? También se busca despejar la duda acerca de qué significa la palabra rollo, debido a que su uso coloquial no está muy extendido en todos los países de Latinoamérica.
En este artículo hablaremos de estas dos palabras homófonas, que son las que tienen igual sonido pero diferente escritura, analizando el caso particular de si escribir royo o rollo. Muchas veces existe confusión si escribir algunas palabras con «ll» o «y», dado que suenan igual, y en este caso no hay una regla particular que puda hacer adivinar sobre la opción correcta, sin embargo, es importante decir que la lectura es la mejor amiga de la ortografía así que no dudes en crear este hábito si aún no lo tienes incorporado.
No solamente surge la duda de la diferencia entre rollo y rollo, a veces pueden surgir otras preguntas que aparecen por no saber si escribir con ‘y’ o »ll’ son yendo o llendo, callar o cayar, rallado o rayado y vaya o valla, entre otros.
A continuación te mostramos cómo se escribe correctamente entre rollo y royo, sus diferencias, sinónimos y definiciones, algunas reglas a tener en cuenta a la hora de utilizarlas, así como también su traducción a otros idiomas comunes.
Royo
Tal y como viene expresado en la RAE, significa lo siguiente:
- Un tipo de hongo que afecta a los vegetales, en concreto a sus hojas, provocándoles enfermedades,
- Ejemplo: El abeto estaba lleno de royos.
- Enfermedad característica de los árboles, que afecta a sus troncos convirtiéndose el centro en un polvo rojo oscuro.
- Ejemplo: El biólogo examinó el pino, encontrando resto de royo en su tronco.
- En algunos lugares de Zamora y León puede referirse a una fruta que no madura o un alimento poco cocido.
- Ejemplo: Esa carne es un poco royo.
- En Argentina, se denomina así a las personas de pelo rubio.
- Ejemplo: El royo visitó al peluquero para teñirse de pelirrojo.
Rollo
Siendo más común que la anterior palabra, aparece en la RAE con estas distintas acepciones:
- Objeto cilíndrico de material duro, en el que se puede rodear carne, tela, papel, etc.
- Ejemplo: Tira el rollo de papel higiénico, que ya se terminó.
- Manga, herramienta utilizada para añadir anta en los pasteles.
- Ejemplo: El chef experimentaba con el rollo, vertiendo la nata en la tarta.
- Película que se utiliza en fotografía y cine, para registrar las imágenes en un film.
- Ejemplo: El rollo se desveló al darle demasiado la luz solar.
- Papiro u otro material del que estaban constituidos los libros en la Antigüedad.
- Ejemplo: El rollo egipcio que encontraron tenía miles de años de historia.
- Pieza de pan en forma de rosca.
- Ejemplo: Fui a comprar un rollo, pero no tenían.
Sinónimos de rollo
Te presentamos los sinónimos de la palabra más común de las dos definidas:
Rodillo, eje, cilindro, tambor, rulo, lata, aburrimiento, tabarra, pesadez, pejiguera, ovillo, lío, bobina, madeja, carrete.
Cómo se dice “rollo” en otros idiomas
No podía ser de otra forma, en eta sección dedica al aprendizaje del español, no faltan las traducciones multilingues, para que aclares todas tus dudas:
- Cómo se dice “rollo” en inglés: roll
- Cómo se dice “rollo” en francés: rouleau
- Cómo se dice “rollo” en portugués: rolo
- Cómo se dice “rollo” en italiano: rotolo
- Cómo se dice “rollo” en alemán: rolle
Para acabar, recuerda que si bien puedes utilizar las dos palabras, para hablar de un objeto cilíndrico, no debes de usar «royo«.
Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.