Muchas veces hemos querido escribir una palabra y no hemos tenido certeza de cómo hacerlo correctamente al tener 2 opciones en la mente muy parecidas. El tener estas dudas puede jugarnos una mala pasada haciendo que cometamos en ocasiones algunos errores ortográficos. En este artículo veremos un caso que causa dudas en muchas personas, al comentarte cómo se escribe retrógado o retrógrado.
Algunos ejemplos de dudas de escritura en relación a palabras parecidas entre si son inconciente o inconsciente, insipiente o incipiente, cualquier o cualquiera y padrastro o padrasto, entre otros.
Pon atención porque te mostramos cómo se escribe retrógrado o retrógado.
La palabra ‘retrógado‘ no está registrada en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE)por lo que no existe en nuestro idioma español. Siendo así, frases como «ella es una persona retrógada y poco abierta» o «ideas retrógadas», aun cuando puedan aparecer en medios escritos y publicaciones, no están correctamente escritas.
Retrógrado
La forma correcta de escribir la palabra es ‘retrógrado‘, y según la RAE y otros diccionarios su definición es ‘persona que apoya a instituciones políticas o sociales de tiempos pasados, sin opciones de cambios o innovaciones’. También puede referise a cosas propias de una persona retrógrada. Ejemplos:
- La Iglesia Católica, para muchos, aún tiene varias creencias retrógadas heredadas de la Edad Media.
- Una persona retrógada que no está abierta a los nuevos vientos de la ciencia.
Por otra parte, el término ‘retrógrado‘ también puede referirse a:
- Movimiento de algunos astros o satélites en sentido horario si se mira desde el Polo Norte solar.
- Movimiento de Este a Oeste de un astro en la esfera celeste, tomando como referencia nuestra mirada hacia el sur.
- Rotación de un cuerpo en sentido horario, visto desde el Polo Norte solar.
El movimiento del Sol es un ejemplo de movimiento retrógrado, pues va en sentido horario visto desde el hemisferio norte, esto es, un movimiento diario aparente de Este a Oeste. Lo contrario a movimiento retrógrado es movimiento progrado o movimiento directo, que se ejemplifica en el movimiento lunar.
Sinónimos de retrógrado
Para que puedas ir adquiriendo más vocabulario, te mostramos a continuación los principales sinónimos de retrógrado:
- (Persona) Conservador, tradicionalista, reaccionario, desactualizado, anticuado, convencional, extemporáneo.
- (Cosa o idea) Arcaico, fósil, arcaico, desusado, anticuado.
Si quisiéramos definir al antónimo de retrógrado, podríamos considerar la palabra ‘progresista’ o ‘innovador’.
Cómo se dice retrógrado en otros idiomas
Siempre es bueno adquirir vocabulario en otras lenguas, así que presta atención a cómo se traduce retrógrado en otros idiomas, en su significado de ‘persona con ideas anticuadas’:
- Cómo se dice retrógrado en inglés: backward, antiquated
- Cómo se dice retrógrado en francés: rétrograde
- Cómo se dice retrógrado en italiano: retrogrado
- Cómo se dice retrógrado en portugués: retrógrado
- Cómo se dice retrógrado en catalán: retrògrad
¿Cómo se escribe: retrógado o retrógado? Esperamos no te confundas en la escritura y que adoptes la forma correcta, que es ‘retrógrado’.
Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.