Cómo se escribe ¿Punción o Punsión?
La forma correcta de escritura es punción, mientras que el término «punsión» no existe en el idioma español, razón por la que no debe nunca escribirse con «s». Ahora bien, es entendible que hasta cierto punto haya confusión en algunos al momento de escribir la palabra pues punción y punsión suenan igual. Ahora que ya está aclarada la correcta ortografía de la palabra, te enseñamos a usarla adecuadamente.
Cuándo usar punción
Punción se define como la introducción de un instrumento agudo, como un trocar o una aguja, en un tejido, órgano o cavidad.
Ejemplos:
- El médico me aplicó una punción lumbar para retirar líquido seroso de la zona.
- La punción abdominal se emplea para extraer líquido del área entre la pared ventral y la columna.
Sinónimos de punción
- Punzada
- Picadura
- Incisión
- Pinchazo
Cómo se dice punción en otros idiomas
- Cómo se dice punción en inglés: puncture
- Cómo se dice punción en francés: ponction
- Cómo se dice punción en italiano: agoaspirazione
- Cómo se dice punción en catalán: punció
- Cómo se dice punción en portugués: punção

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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