Cómo se escribe ¿Profecional o Profesional?
La palabra correcta es profesional, con «s». Por otra parte, escribir «profesional«, con «c», es una incorrección lingüística porque esta última forma no existe en el español.
Ambas palabras, profecional y profesional, tienen la misma pronunciación por lo que son palabras homófonas, y esto provoca confusión al intentar escribirla correctamente.
Cuándo usar «profesional»
Profesional es un adjetivo que se refiere principalmente a una persona que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive. Profesional también puede significar «perteneciente o relativo a la profesión».
Ejemplos:
- En esta facultad tenemos 15 carreras profesional.
- Juan es ya un profesional de la medicina luego de tantos años de estudio.
- Esta es una banda de ladrones profesional para realizar actos delictivos.
- Mi hermano ya es un futbolista profesional.
Profesional también puede referirse a una persona que ejerce su profesión o alguna otra habilidad con gran capacidad y destreza.
Ejemplos:
- Yo no discuto con mis clientes. Soy un vendedor profesional.
- Eres un profesional en mentirle a los demás.
Cómo se dice profesional e notros idiomas
- Cómo se dice profesional en inglés: professional
- Cómo se dice profesional en francés: professionel
- Cómo se dice profesional en italiano: professionale
- Cómo se dice profesional en portugués: professional
- Cómo se dice profesional en catalán: professional
Sinónimos de profesional
Cuando nos referimos a profesional como una persona que ejerce con destreza un oficio, te mostramos sus sinónimos:
- Experto
- Perito
- Competente
- Capacitado
- Versado
- Técnico
- Conocedor

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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