Cómo se escribe ¿Pelear o Peliar?
La palabra «pelear» es un verbo correctamente escrito, que se utiliza para conflictos bélicos o agresiones físicas.
En países latinos, en donde la pronunciación es diferente, ciertos infinitos cambian su grafía en la gramática escrita, debiendo fijarnos muy bien a la hora de redactar.
Algunos casos de dudas de escritura en relación a la conjugación en infinitivo de verbos son injerir o ingerir, resvalar o resbalar, exponer o esponer entre otros.
Peliar
El verbo ‘peliar‘ no está registrado en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) por lo que no forma parte del idioma español. No se debe confundir también con el verbo pelar, que sí existe. Por lo tanto, si ves por ahí frases como ‘a ella le gusta peliar en el boxeo’ o ‘tuvimos que peliar contra muchas adversidades’, entonces deberás saber que están incorrectamente escritas.
Pelear
Si investigamos dentro de la RAE, encontraremos que es una palabra válida y que, además, trae todos estos significados:
- Combatir con o sin armas, físicamente o de palabra.
- Ejemplo: Tuvo que pelear durante todo el día contra las brigadas enemigas.
- Referido a cosas, oponerse las unas a las otras, ofreciendo resistencia.
- Ejemplo: La montaña peleaba contra el viento para no derrumbarse.
- Luchar por conseguir un objetivo o meta.
- Ejemplo: Pablo sabe lo que es pelear para sacarse la carrera de medicina.
Origen del verbo «pelear»
El verbo «pelear» tiene su origen en el término en latín pilus cuyo significado es «pelo». Este término haría referencia al acto de agarrarse del pelo durante un enfrentamiento.
Sinónimos de pelear
Sonar mucho más culto es muy sencillo utilizando cualquiera de estos sinónimos en tus frases de español: combatir, luchar, guerrear, contender, disputar, rivalizar, enfrentarse, reñir, discutir, enemistarse, indisponerse, enfadarse.
Cómo se dice “pelear” en otros idiomas
Si quieres afianzar tus conocimientos en cualquier lengua, lo mejor es quedarse con estas traducciones:
- Inglés: fought
- Francés: battu
- Portugués: lutei
- Italiano: combattuto
- Alemán: kämpfte

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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