Cómo se escribe ¿Organización u Organisación?
La palabra correcta es organización mientras que, por otra parte, el término «organisación» no existe en el español. Ambas palabras suenan igual por lo que esto puede confundir a muchos al momento de saber la correcta ortografía al escribir. Ahora que quedó aclarada la palabra correcta, te enseñamos cómo utilizarla adecuadamente.
Cuándo usar organización
Organización se define como la acción y resultado de organizar u organizarse. El verbo organizar, a su vez, significa establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados.
Ejemplos:
- Para poder realizar un proyecto eficientemente, se necesita mucha organización.
- Los países desarrollados se destacan por su organización en todos los aspectos de la sociedad.
- La organización de las Olimpíadas es un esfuerzo monumental por parte del país anfitrión.
Por otra parte, organización se refiere a la asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines.
Ejemplos:
- Esta es una organización sin fines de lucro.
- El famoso tenista fundó una organización benéfica.
Sinónimos de organización
Cuando organización se define como la acción de organizar u organizarse, sus sinónimos son:
- Disposición
- Ordenamiento
- Estructura
- Orden
- Regulación
Cómo se dice organización en otros idiomas
- Cómo se dice organización en inglés: organization
- Cómo se dice organización en francés: organisation
- Cómo se dice organización en italiano: organizzazione
- Cómo se dice organización en catalán: organització
- Cómo se dice organización en portugués: organização

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
Deja una respuesta