Cómo se escribe ¿Hay, Ay y Ahí?
En el español existen muchas palabras homófonas, esto es, que tienen igual pronunciación pero diferente escritura. Esto no presenta mayores problemas al hablar pero cuando se trata de escribir, muchos pueden confundirse sobre cómo escribir correctamente una palabra. Hoy veremos cuál es la diferencia entre hay, ahí y ay, 3 palabras homófonas que significan cosas totalmente diferentes.
Algunos ejemplos de palabras homófonas son hipo o ipo, haya o halla y sois o soys, entre muchos otros. Si quieres mejorar tu ortografía, entonces el mejor remedio es tener un buen hábito de lectura, lo cual además de ayudará a comprender cada vez mejor lo que lees.
Te mostramos cuál es la diferencia entre hay, ahí y ay.
‘Hay’ es una forma impersonal del verbo haber, que al hablarla se acentúa en la ‘a’. Te mostramos cuándo se debe usar ‘hay’:
- Para expresar una necesidad u obligación.
Ejemplo: Hay que levantarse temprano mañana. - Se refiere a la existencia de algo o bien que se dispone de ello.
Ejemplo: Hay muchos problemas que resolver.
Ejemplo: Hay varias naranjas por comer.
Por otra parte, ‘ahí’, con una hache intercalado y tilde en la ‘i’, es un adverbio de lugar que nos dice que algo está a una distancia intermedia (ni ‘aquí’ ni ‘allí’). Te mostramos más claramente su definición:
- A ese lugar.
Ejemplo: Nos vamos ahí. - En ese lugar.
Ejemplo: Ahí fue donde nos casamos. - En ese tiempo o momento dado.
Ejemplo: Ahí fue cuando decidimos irnos de viaje.
La palabra ‘ay‘ es una interjección que sirve para expresar distintas emociones, especialmente sorpresa y dolor. Consecuentemente, debe ir con signos de exclamación ya que su entonación es exclamativa. Te mostramos algunos ejemplos:
- ¡Ay, se me olvidó traer la cartera!.
- Se golpeó la pierna y gritó ¡ay!
Algunas expresiones con ‘ahí’
‘Ahí’ es una palabra que seusa mucho en el español, y no te vendrá mal conocer algunas expresiones que usan esta palabra:
- De ahí que: Por la razón que se ha expresado o mencionado.
Ejemplo: De ahí que nace la expresión “al mal tiempo buena cara“. - Ahí mismo: Se usa para referenciar a un lugar muy cercano.
Ejemplo: La casa está ahí mismo, frente a ti. - Por ahí: (1) Aproximadamente, más o menos; (2) en un lugar no exacto.
Ejemplo: (1) Llegó a comer a las 8 o por ahí.
Ejemplo: (2) Ella anda por ahí, supongo que llegará luego.

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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