Cómo se escribe ¿Haci o Así?

¿Hací o así?, probablemente lo has escuchado en ambas formas pero ¿cuál es la adecuada?. En países o comunidades en donde se habla con ceceo se tiende a escribir el fonema “s” de forma incorrecta, lo que sumado al desconocimiento del uso de la “h” puede acarrear graves consecuencias en cuanto a la calidad de la redacción.
Otros ejemplos de palabras homófonas pero que se escriben diferente son a ver, haber o haver, hacia, hasia o asia y doy o doi. La mejor forma de mejorar la ortografía es teniendo un buen hábito de lectura lo cual ayuda a tener una mejor comprensión lectora.
A continuación vemos cuál es la forma correcta de escribir «hací o así».
Haci
Es una palabra que no es válida a la hora de redactar, al no encontrarse registrada en la RAE (Real Academia Española) por lo que no está escrita de forma correcta. Por otro lado, hací, con tilde, tampoco está correcto.
Así
Esta es la forma correcta de escribir la palabra, ya que así aparece en la RAE, en donde se distinguen las siguientes acepciones:
- Adverbio demostrativo que sirve para señalar una cualidad, situación u objeto que acompaña a la explicación anterior o posterior.
- Ejemplo: Pintó el cuadro así; gastando todos los botes de pintura que encontraba a su paso.
- Acompañado de la preposición “de”, resalta aún más cierta cualidad del adjetivo o adverbio.
- Ejemplo: Así de guapa iba la novia; todos se quedaron maravillados.
- Conexión utilizada para unir oraciones. Es equivalente a entonces o por consiguiente.
- Ejemplo: Ramón era buen cocinero, así le buscaban siempre para que les preparase sus increíbles platos.
- Sirve para poner ejemplos en un enunciado.
- Ejemplo: Los equipos de fútbol superan a los de baloncesto. Así, los primeros doblan en número a los segundos.
Expresiones con ‘así’
La palabra así es muy usada en el español por lo que no es de extrañarse que haya muchas expresiones que la incluyan, las que te mostramos a continuación:
- Así mismo (tb. asimismo): también, de este modo.
Ejemplo: Practico fútbol y así mismo natación. - Así como: (1) tan pronto como; (2) indica el último término en una oración copulativa.
Ejemplo (1): Así como llegó se puso a trabajar.
Ejemplo (2): Visitaron a mi abuela mis padres, mi hermana así como mi primo. - Así así: de mediana calidad.
Ejemplo: Este grupo musical es así así. - Así como así: de cualquier manera.
Ejemplo: No puedes llegar y decidir así como así. - Así pues: en consecuencia.
Ejemplo: Así pues, no he logrado contactarla. - Así que (así es que): por lo cual.
Ejemplo: No logré verla así que me fui. - Así y todo: a pesar de todo.
Ejemplo: Así y todo logramos llegar. - Así es: efectivamente.
Ejemplo: ¿Te fue bien? – Así es. - Por así decirlo: Indica que la expresión dicha no es del todo exacta.
Ejemplo: Me fue, por así decirlo, bien en el examen. - Así de: tan.
Ejemplo: ¿Así de baja es ella?
¿Cuál es el origen de la palabra «así»?
La palabra en castellano «así» tiene su origen en la palabra en latín sic, con el mismo significado.
Sinónimos de así
Podrás mejorar tus habilidades lingüísticas con estos sinónimos de «así»: justamente, precisamente, mismamente, de este modo, de esta forma, de esta manera, de esta suerte
Cómo se dice “así” en otros idiomas
No está de más aprender dicha palabra en otras lenguas, para obtener más conocimiento:
- Inglés: like this/this way
- Francés: comme cela/comme ça
- Portugués: mesmo que
- Italiano: cosi
- Alemán: so/auf diese

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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