Cómo se escribe ¿Ex marido o Exmarido?
La utilización del prefijo ex lleva a muchas confusiones debido a que se puede escribir junto, separado o mediante un guion. Estudiaremos en este artículo el caso específico para “ex marido o exmarido”. Otro ejemplos de dudas en relación a dudas sobre si escribir o no con espacio son denada o de nada, medio día o mediodia, a menudo o amenudo y de pronto o depronto, entre otros.
En este caso, debido a las normas de la RAE, no sería la forma correcta de escribir la palabra, aun cuando puedas ver en muchos lugares escrita de esta forma.
‘Exmarido‘, sin espacio, es la forma correcta de escribir la palabra, y te correpsonde al cónyuge que se ha separado de su mujer. Se utiliza como adjetivo para referirse a la anterior relación matrimonial ya no existente. Ejemplos:
- El otro día Manuela fue al supermercado y se encontró con su exmarido comprando con su nueva pareja.
- Mi exmarido y yo ya no nos hablamos.
Explicaciones ortográficas adicionales
La RAE resulta muy específica para los prefijos y es que indica que, en caso de ir acompañados de un solo verbo o palabra, se escriben todo junto, mientras que sí se unen con un guion cuando la palabra que lo acompaña es mayúscula (ej: mini-USB, pro-Obama, etc.) y se deja un espacio en blanco si después del prefijo aparecen más de un verbo o palabras (ej: pro derechos humanos, vice primer ministro, etc.).
Antes de la revisión ortográfica del 2010 era normal escribirlo separado pero actualmente se ha aceptado la redacción del prefijo “ex-“ junto con la palabra si cumple las normas indicadas con anterioridad.

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
Deja una respuesta