Cómo se escribe ¿Embalar o Envalar?
La forma correcta de escritura es embalar, con «b». Por otra parte, envalar no existe en nuestro idioma español por lo que nunca debes escribirla con «v».
Es común que haya confusión en la escritura de ciertas palabras que contengan «b» o «v» ya que su pronunciación es muy similar en español.
Cómo usar «embalar»
La definición principal de embalar es «disponer en balas o colocar convenientemente dentro de cubiertas los objetos que han de transportarse».
Ejemplos:
- Necesitamos embalar todos estos paquetes para su envío.
- Hay varios regalos que debemos embalar para Navidad.
- Para la mudanza debemos embalar todos los platos y vasos de la cocina.
Un significado menos usado de embalar es «golpear el fondo de la barca o la superficie del mar para espantar los peces».
- Había un gran cardumen de peces debajo de nuestro bote así que tuvimos que embalar.
Sinónimos de embalar
- Envolver
- Atar
- Envasar
- Encajonar
- Liar
- Empaquetar
Cómo se dice embalar en otros idiomas
- Cómo se dice embalar en inglés: pack up, box up
- Cómo se dice embalar en francés: emballer
- Cómo se dice embalar en italiano: imballare
- Cómo se dice embalar en portugués: empacotar

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
Deja una respuesta