Cómo se escribe ¿Detuvo o Detubo?
En la lengua española la ‘b’ y la ‘v’ no tienen gran diferencia fonética, y es por eso que puede resultar complicado diferenciarlas dentro de una palabra al ser enunciadas de forma oral. Es el caso que veremos en este artículo sobre si escribir detuvo o detubo.
Algunos ejemplos de dudas sobre el uso de la ‘b’ y ‘v’ en palabras son sabia o savia, vaso o baso, daba o dava y lesviana o lesbiana, entre otros. Si quieres conseguir una buena redacción y no tener errores ortográficos, debes seguir ciertas reglas gramaticales para poder escribir las palabras correctamente.
Detubo
‘Detubo’ no tiene ninguna definición, ya que se trata de una palabra escrita de forma incorrecta y por lo tanto, inexistente.
Detuvo
Esta es la forma correcta de escribirlo, y es la tercera persona del singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo “detener”.
La RAE (Real Academia Española) ofrece cuatro definiciones para el verbo “detener”, dependiendo el contexto de su uso:
- Interrumpir algo, impedir que siga adelante.
Ejemplo: Detuvo la charla para dar explicaciones. - Dicho de una autoridad: Prender a alguien.
Ejemplo: El oficial detuvo al delincuente luego del atraco. - Pararse, cesar en el movimiento o en la acción.
Ejemplo: El coche se detuvo a cargar combustible. - Pararse a considerar algo.
Ejemplo: Se detuvo a pensar en lo que había hecho.
Te mostramos los sinónimos de detener, según su significado:
- (Prender a alguien) Arrestar, capturar, aprehender, encerrar, apresar.
- (Parar el movimiento) Paralizar, inmovilizar, frenar.
- (Demorar) Atrasar, retardar, dilatar, retrasar.
Cómo se dice detener en otros idiomas
Te mostramos cómo se traduce el verbo detener en las principales lenguas:
- Cómo se dice detener en Francés: arrêter
- Cómo se dice detener en Inglés: stop
- Cómo se dice detener en Polaco: zatrzymać
- Cómo se dice detener en Alemán: stoppen
- Cómo se dice detener en Portugués: parar
Si te ha gustado este artículo sobre cómo escribir entre detuvo y detubo, y quieres saber cómo se escriben otras palabras para mejorar tu ortografía, no dejes de consultar más artículos similares en esta web.

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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