Cómo se escribe ¿Deshecho o Desecho?
En ocasiones las palabras son tan parecidas que una sola consonante puede cambiar su significado. Este es el caso de deshecho y desecho, que con o sin la hache intercalada, tienen ambas significados distintos. La confusión de escritura se debe a que la ‘h’ es una letra muda, por lo que puede confundirnos al momento de escribir aun cuando en el lenguaje hablado no nos presente problemas.
Algunos ejemplos de dudas de escritura en relación al uso de la ‘h’ o su omisión son enhebrar o enebrar, anelar o anhelar, había o avía y así o hací, entre otros. En este artículo te mostramos cómo se escribe: deshecho o desecho, pues ambas son palabras existentes.
La palabra ‘deshecho‘ existe en el español al ser reconocida por el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), correspondiendo al participio del verbo deshacer, y tiene los siguientes significados:
- Muy cansado, extenuado.
Ejemplo: Estaba deshecho tras una larga jornada de trabajo. - Muy afectado por una noticia o acontecimiento.
Ejemplo: El fallecimiento de su esposa en un accidente de tráfico le dejó deshecho completamente. - Se aplica a algo que ya no está entero compuesto, que pudo deshacerse.
Ejemplo: Trato hecho, jamás desecho.
Por otra parte, desecho también existe en la RAE, y tiene varios significados según la mayoría de los diccionarios:
- Lo que se descarta de una cosa tras haber elegido lo mejor.
Ejemplo: Para elegir las mejores frutas, se han de descartar los desechos en mal estado. - Residuo, desperdicio, recorte sobrante en una industria.
Ejemplo: Los supermercados tiran muchos desechos de comida a punto de caducar. - Persona despreciable y vil.
Ejemplo: Este dictador es un desecho humano, pues su gobierno ha matado a miles de personas.
Para que puedas mejorar tu expresión hablada y escrita, es importante siempre tener un buen vocabulario, y para esto pon atención a los principales sinónimos de desecho:
- Escoria
- Resto
- Desperdicio
- Basura
- Sobrante
- Sobra
- Detrito
- Residuo
Cómo se dice desecho en otros idiomas
También es importante poder expresarse bien en otros idiomas en un mundo cada vez más globalizado, y para esto te mostramos cómo se traduce desecho en otras lenguas:
- Cómo se dice desecho en inglés: waste, trash, garbaje
- Cómo se dice desecho en francés: déchet
- Cómo se dice desecho en italiano: scarti, rifiuti
- Cómo se dice desecho en portugués: dejeto, resíduo
- Cómo se dice desecho en catalán: rebuig
Ahora nos toca analizar a la palabra ‘deshecho‘, que también tiene varios sinónimos asociados, los cuales te mostramos a continuación:
- (Extenuado) Cansado, fatigado, desanimado, agotado.
- (Muy afectado por algo) Vencido, batido, caído, quebrantado, aniquilado, sobrepasado.
- (Algo que ya no está compuesto) Roto, despedazado, desarticulado, desvencijado, desarmado.
Explicaciones ortográficas adicionales
Hay que tener en especial cuidado al pronunciar estas palabras ya que por pereza muchas veces la hache tiende a olvidarse en el habla oral, lo que podría dar como consecuencia que queriendo decir “se había deshecho de los niños”, si se pronuncia como “desecho” en realidad está diciendo que tiró a los pobres críos al contenedor porque estaban ya inservibles.
La diferencia está en que “deshecho” parte del verbo “deshacer” (desprenderse de algo) y desecho viene de “desechar” (tirar algo que ya no sirve).
Esperamos hayas podido analizar que desecho y deshecho son palabras diferentes, existiendo ambas en nuestro idioma.

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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