Cómo se escribe ¿Conciencia o Consciencia?
En español es frecuente que haya confusión en la escritura de ciertos términos al no saber si algunos de ellos van con ‘c’ o ‘s’, o bien con la ‘cs’, ya que cuando estas grafías van seguidas de ciertas vocales, la pronunciación es la misma, llevando a dudas. Es en este contexto que en este artículo te mostramos cómo se escribe conciencia o consciencia.
Algunos ejemplos de dudas en relación al uso de la ‘c’ y la ‘s’ son sebo o cebo, escena o esena, sede o cede y cínico o sínico, entre otros.
La palabra conciencia es reconocida por el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) por lo que se puede escribir así. Según la RAE y otros diccionarios básicamente se define como ‘el conocimiento que una persona tiene de su existencia y condición’. Ejemplos:
- Perdí la conciencia y me desmayé por el calor.
- Tengo plena conciencia de mis actos.
Así también, conciencia significa ‘la facultad de un ser humano de conocer el bien y el mal y poder emitir sus propios juicios respecto a sus acciones y a las demás en base a la ética y moral’. Ejemplos:
- Tengo la conciencia limpia por mis actos.
- Los delincuentes son personas sin conciencia que hacen siempre el mal.
A partir de esta palabra, surgen algunas expresiones como:
- A conciencia: Poniendo toda la atención en ello.
Ejemplo: Espero que limpies tu cuarto a conciencia y no de forma mediocre. - Tomar conciencia: Darse cuenta de algo que antes no se hacía.
Ejemplo: Espero tomes conciencia y dejes ya de fumar.
La palabra consciencia también está correctamente escrita ya que forma parte del idioma español, según la RAE. Cuando se quiere expresar la idea del conocimiento de lo bueno y lo malo, la forma correcta de escritura es conciencia, como vimos en el paso anterior. (Ej: ‘tengo la conciencia limpia’ o ‘tomar conciencia de algo’).
Por otra parte, si lo que se quiere expresar es ‘conocimiento de uno mismo’, entonces se puede usar indistintamente consciencia y conciencia, pudiendo ambas ser correctas:
- Tengo consciencia/conciencia de la responsabilidad de mis actos.
- La consciencia/conciencia de uno mismo es uno de los grandes temas de la filosofía.
- Juan recuperó la consciencia/conciencia luego de su desmayo.
Sinónimos de consciencia
Siempre es bueno amplair la riqueza del lenguaje así que presta atención a los sinónimos de consciencia para que te los aprendas, según el contexto de la frase:
- Conocimiento
- Subconsciente
- Conciencia
- Subconsciencia
- Percepción
- Pensamiento
Cómo se dice consciencia en otros idiomas
Para que puedas expresarte mejor cuando viajes, te será útil saber cómo se traduce ‘consciencia’ en otras lenguas, en su significado del ‘conocimiento de uno mismo’:
- Cómo se dice consciencia en inglés: consciousness, awareness
- Cómo se dice consciencia en francés: conscience
- Cómo se dice consciencia en italiano: coscienza
- Cómo se dice consciencia en portugués: consciência
- Cómo se dice consciencia en catalán: consciència
¿Cuál es la diferencia entre conciencia y consciencia? Esperamos en este artículo te haya quedado claro cuándo usar uno y otro término. Lo claro es que consciencia siempre es un sinónimo de conciencia pero no al revés (‘conciencia’ es un término más amplio que ‘consciencia’)

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.
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