La forma correcta de escritura es chef, mientras que cheff no existe en español por lo que nunca se debe escribir así.
Chef es un francesismo, esto es, una palabra que proviene del idioma francés (que a su vez deriva del latín caput=cabeza). En esa lengua se usa el término chef de cuisine, que significa «jefe de cocina», lo cual es consecuente con su definición en español, pues la RAE define chef como «jefe de cocina, en especial de un restaurante». Siendo así, chef solo se puede usar dentro del contexto de una cocina de un establecimiento culinario.
Ejemplos:
- Francia es reconocida como un país formador de chefs del más alto nivel.
- Quise felicitar al chef por el excelente plato servido en el restaurante.
- La tarea del chef en este local es sugerir la creación del menú y gestionar al equipo de cocina.
¿Cómo es el plural de chef?
Contrario a lo que muchos podrían pensar, el plural de chef no es chefes. Esta palabra no existe en el español por lo que debe evitarse. La forma correcta de decir chef en plural es chefs. Esto se debe a que cualquier palabra que venga del inglés y que termine en ciertas letras (-n, -j, -l, -d, -r o -z), solo debe agregársele una «s» al final para conformar su plural.
Ejemplos:
- Todos los chefs de la ciudad se presentaron al concurso de cocina.
- Los chefs más famosos son los franceses.
¿Cómo es el femenino de chef?
La forma correcta de referirse al femenino de chef es también chef, por tratarse de una palabra de género común, esto es, que no cambia su escritura según el género. Por lo tanto, si pensaste en que era chefa, debemos decir que esta palabra no existe en nuestro idioma. Siendo así, para referirse a una persona del género femenino que es chef, simplemente debemos referirnos a ella como la chef o una chef.
Ejemplos:
- La chef de este restaurant se llama María.
- Las chefs tienden a ser más responsables que sus pares masculinos.
¿Cuáles son los chefs más famosos del mundo?
Te mostramos una lista con los 10 chefs más famosos en la actualidad:
- Gordon Ramsay – Reino Unido
- Ferran Adriá – España
- Grant Achatz – Estados Unidos
- Massimo Bottura – Italia
- Paul Bocuse – Francia
- Daniela Soto-Innes – México
- Auguste Escoffier – Francia
- Roberto Santibáñez – México
- Juan Camilo Quintero – Colombia
- Gastón Acurio – Perú
Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.