Muchas veces nos confundimos al querer expresar un cierto concepto o término pues tenemos más de una opción en nuestra mente y eso nos produce inseguridad sobre cuál de ellas usar, quizás porque hayamos visto ellas escritas por ahí. En este artículo veremos un ejemplo de aquello al analizar detenidamente cómo se escribe: ascendente o ascendiente.
Algunos ejemplos de dudas de escritura en relación a palabras similares entre sí son abertura o apertura, sosia o sosias, seudo o pseudo y adsorber o absorber, entre otros interesantes casos. Te mostramos entonces cuál es la diferencia entre ascendiente y ascendente.
Ascendiente
‘Ascendiente’ es un término reconocido por la Real Academia Española (RAE) como unsustantivo cuyas definiciones básicas pueden ser ‘individuo o persona del que descienden otros’, ‘antepasados de alguien’ o ‘padre, madre, o cualquiera de los abuelos o bisabuelos, de quien desciende una persona’. Estas personas no tienen necesidad de ser los progenitores, como habrás visto. Ejemplos de su uso:
- La procedencia de sus ascendientes fue investigada en el caso criminal.
- Ella es una persona con ascendientes venidos de España.
Ahora bien, el término ascendiente también puede tener el significado de ‘predominio moral’ o ‘influencia que alguien ejerce sobre otra persona’, pudiendo sustituirse también por ‘ascendencia’. Ejemplos:
- El ascendiente de la tribu era el encargado de dictar sentencia en los casos de desacuerdos entre los indios.
- Su madre tiene una gran ascendiente sobre María, quien siempre escucha sus consejos.
Por último, hay que decir que ascendiente también puede referenciar a ‘algo que asciende’.
Por otra parte, la palabra ‘ascendente’ es un adjetivo que tiene como definición básica ‘algo que asciende’, por lo que cuando se quiere indicar este contexto, ascendente y ascendiente son sinónimos. Te mostramos entonces algunos ejemplos con el uso de ascendente:
- La escalera puede ser ascendente o descendente según la dirección que tomes.
- Sentí fuertemente el movimiento ascendente del ascensor.
- Una curva de precios ascendente.
Ahora bien, como un sustantivo, el término ‘ascendente’ puede usarse en el campo de la astrología, encontrado frecuentemente en cartas astrales y horóscopos, cuyo significado es ‘punto de la eclíptica en que se inicia la primera casa celeste, alobservar el cielo para realizar una predicción’, según la RAE. Ejemplo:
- Soy Sagitario con ascendente en Libra.
Para que puedas adquirir más vocabulario en el idioma español, pon atención en este caso a los principales sinónimos de ascendente, en su significado de algo que asciende o sube:
- Subido
- Empinado
- Escarpado
- Elevado
- Inclinado
Cómo se dice ascendiente en otros idiomas
Para que puedas tener mayor seguridad al hablar otras lenguas, es fundamental poder tener un buen vocabulario. Siendo así, pon atención a la siguiente lista que muestra cómo se traduce ascendiente en otros idiomas, en su significado de algo que sube o asciende:
- Cómo se dice ascendiente en inglés: rising, ascending
- Cómo se dice ascendiente en francés: ascendant (e)
- Cómo se dice ascendiente en portugués: ascendente
- Cómo se dice ascendiente en catalán: ascendent
- Cómo se dice ascendiente en italiano: crescente
Esperamos te haya quedado clara la diferencia entre ascendiente y ascendente, 2 palabras que por ser muy parecidas pero al tener significados distintos generan confusión en la mayoría de las personas.

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.