¿»Abracé» o «Abrazé»? Lo cierto es que ambas formas verbales se pronuncian de la misma forma, de modo que a la hora de escribirlas es muy fácil confundirse. Además, la dificultad aumenta si tenemos en cuenta que si se escribe como la conjugación de un tiempo verbal, o como infinitivo, se puede usar «c» o «z».
A continuación vamos a despejar todas las dudas para aprender a escribirlo perfectamente.
Abrazé
En el caso de que se haga referencia a la primera persona del pretérito perfecto simple, presente del subjuntivo o imperativo del verbo abrazar, esta es una forma incorrecta de escribirlo. El hecho de que la forma en infinitivo se escriba con «z» puede provocar confusión, pero no debe confundirse con la conjugación.
Abracé
En este caso, al hacer referencia a la primera persona del pretérito perfecto simple, presente del subjuntivo y también en el imperativo del verbo «abrazar» la forma correcta de escribirlo es con «c».
- Ej: Te abracé mientras estabas durmiendo
- Ej: Abracé la posibilidad de poder elegir entre varias opciones
- Ej: Abracé a esta mujer, y significó mucho para mí
Conjugación en pretérito perfecto simple del verbo abrazar
- (yo) abracé
- (tú) abrazaste
- (él) abrazó
- (ns) abrazamos
- (vs) abrazasteis
- (ellos) abrazaron
Conjugación en presente del subjuntivo del verbo abrazar
- que (yo) abrace
- que (tú) abraces
- que (él) abrace
- que (ns) abracemos
- que (vs) abracéis
- que (ellos) abracen
Conjugación en imperativo del verbo abrazar
- !abraza!
- !abrace!
- !abracemos!
- !abrazad!
- !abracen!
¿De dónde proviene el verbo «abrazar»?
El verbo «abrazar» proviene de la palabra en griego brahkion que quiere decir: brazo. Al añadirse el prefijo -a nos ha derivado en el actual verbo en castellano que quiere decir, según el diccionario de la Real Academia Española «estrechar entre los brazos en señal de cariño».
Sinónimos del verbo «abrazar»
Los sinónimos más habituales para el verbo «abrazar» son: estrechar, enlazar, rodear, ceñir, apretar.
¿Cómo se dice «abrazar» en otros idiomas?
La palabra «abrazar» se escribe de la siguiente forma en diferentes idiomas:
- Inglés: to hug
- Francés: embrasser
- Italiano: abbracciare
- Portugués: abraçar
- Alemán: umarmen

Soy catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, ciudad en la que nací en 1968.
Hice el bachillerato de Ciencias; a los catorce años es difícil tener una orientación definida. En Preu me pregunté: “¿qué hago yo aquí, si a mí lo que me gusta es la literatura?”, y me pasé a Letras. En segundo de carrera la vocación se afirmó con la conciencia clara de que solo podía dedicarme a la investigación y a la docencia en Literatura. Pero mi preferencia estaba, no por la Contemporánea, sino por la literatura de los Siglos de Oro. Ya estaba iniciando la tesina sobre los cancioneros de Amberes de Jorge de Montemayor, cuando asistí al curso de José-Carlos Mainer sobre la “Edad de Plata”. Aquello removió mi fondo de lecturas juveniles, y pude verlas a una nueva luz. Cambié a Montemayor por Pérez de Ayala, y fui adentrándome en esa época fascinante: el “fin de siglo” y los treinta primeros años del XX.
No abandoné la literatura de los Siglos de Oro; en la docencia siempre me he dedicado a esta época con verdadera pasión. En los más de cuarenta años que llevo en las aulas, siempre he asumido la docencia de los siglos XVI y XVII, con preferencia, este último. No hay nada, en mi profesión, comparable a tratar con detenimiento sobre el Quijote. Para mis colegas soy un investigador en Contemporánea; para mis alumnos, un profesor de Renacimiento y, sobre todo, de Barroco.